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Délifrance ha celebrado, el pasado 16 de mayo, sus 30 años. Este cumpleaños representa “una garantía de confianza para los clientes y consumidores”, según Jean-Manuel Lévêque, director general de Délifrance. Desde su creación, la compañía ha renovado su oferta para responder a las necesidades de los consumidores y de los profesionales del sector en los distintos mercados exteriores en los que tiene presencia. Los productos y el servicio a sus clientes es esencial para Délifrance, que cuenta con la experiencia en el sector del trigo de Grands Moulins de Paris. Otro gran compromiso del grupo es el control riguroso de los productos: de 70 a 100 puntos de control a lo largo del proceso de producción. Délifrance ha obtenido la certificación ISO 22000 en todas las plantas de producción.
Asimismo, los aspectos nutricionales son parte fundamental en la trayectoria de Délifrance: reducir el contenido en sal, eliminar las materias grasas hidrogenadas, los aromas y colorantes artificiales... Para ello, colabora con la comunidad científica y los profesionales de la salud. Los panes y la bollería Maison Héritage, gama referente de Délifrance, se producen con variedades de trigos franceses y con materias primas nobles (mantequilla de Bretaña, huevos con el sello de calidad Label Rouge…). Los métodos de fabricación de estos productos están inspirados en el mundo artesano: amasado lento, laminación suave, cocción en horno de piedra para el pan… Con su gama de bollería Maison Héritage, Délifrance ha ganado el premio “Sabor del Año 2013” en Francia. Una recompensa que se suma a su palmarés 2011-2012 con dos premios Sabor del Año para sus baguettes de la misma gama.