Revista
Aral Digital.- La secretaria del grupo de trabajo sobre agricultura ecológica de la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Nadia Scialabba reconoció, durante la I Conferencia Internacional sobre Agricultura Ecológica y Financiación que la industria alimentaria mundial no se muestra muy favorable al desarrollo de la agricultura ecológica, sobre todo, en los países en desarrollo, porque les quita posibilidades de venta en estos mercados.
Sin embargo, Scialabba señaló que la potenciación de este método de producción puede ser una solución para muchos países en desarrollo. En este sentido, explicó que este tipo de agricultura, que apenas llega al 0,7% del suelo agrícola, puede ser una solución para la población de países pobres, porque les permite ser autosuficientes, al tiempo que incide sobre la pobreza al necesitar un 30% más de trabajo por hectárea que la agricultura convencional.
Pese a todo, según reconoció la responsable de la FAO, las presiones de las grandes multinacionales ralentizan los trabajos para desarrollar este tipo de agricultura, que no utiliza productos fitosanitarios, ya que les ven como una traba para ganar nuevos mercados y consumidores.
En este sentido, recordó que la agricultura ecológica no sólo es un método que supone un ahorro de recursos hídricos, una solución a la crisis de los combustibles fósiles -no utiliza fertilizantes, ni fitosanitarios de síntesis- y, al ser un sistema de producción local, permite el acceso a los alimentos a los que viven en áreas remotas y alejadas de los "núcleos" habituales de compra.
Lucy Van de Vijer, la responsable del programa de calidad alimentaria y salud del Louis Bolk Institute -que realiza estudios científicos sobre la agricultura ecológica-, destacó, por su parte, que los alimentos ecológicos tienen un mayor contenido nutricional en comparación con los convencionales.
No obstante, en los lineales de la distribución interesa más el color, el calibre y el aspecto, por lo que instó al sector a hacer un esfuerzo por comunicar los mayores contenidos nutritivos de los alimentos ecológicos como un valor añadido más.