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Jägermeister vendió en 2015 más de 88 millones de botellas, está presente en 117 países, y ocupa la octava posición entre las 20 primeras marcas de espirituosos premium. En el caso de España, su consumo ha ascendido hasta ser ya el cuarto mercado del mundo para Jägermeister. Son sólo algunas de las cifras del licor alemán, elaborado a partir de 56 ingredientes como hierbas, frutos, especias y raíces.
La botella de Jägermeister ha sido rediseñada cinco veces, la última hace apenas unos meses. Su nueva etiqueta hace referencia a su elaboración e historia: los componentes se dejan madurar durante un año en cada una de las 400 barricas de roble que se almacenan en sus bodegas. Más tarde, el producto contenido en cada botella se somete a 383 controles de calidad antes de salir de la planta de elaboración. La mejor forma de tomar el Jägermeister es a -20º, temperatura a la que se sirve gracias a las 200.000 Tap Machines que hay repartidas en bares de todo el mundo.
Mast-Jägermeister SE, la empresa familiar fundada en 1875 y propietaria del licor, se dedica en exclusiva a esta marca desde su nacimiento.