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El impacto del turismo en la distribución de gran consumo se refleja en las zonas más turísticas, principalmente en el arco mediterráneo y en los archipiélagos, con un volumen de afluencia de clientes y ventas que llega a triplicarse en los meses de temporada alta, según apuntan desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).
Los supermercados en estas zonas contribuyen a los ingresos derivados del turismo en la economía española con el mantenimiento de tiendas dedicadas a los visitantes en lugares claves de la costa y con la adaptación del surtido a la demanda, especialmente de los turistas extranjeros. En concreto, Asedas calcula que en las comunidades de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana existen casi 2.400 supermercados de las enseñas de la Asociación especializados en la atención al turista, lo que supone el 35% de las tiendas que operan en dichas zonas.
El impacto económico de esta actividad se refleja, según Asedas, en varios sectores de producción alimentaria local o nacional, básicamente, bodega, panadería y fruta. La venta de vinos en la costa duplica a la que se produce en los supermercados del interior y arrastra a otras categorías como son la carne y la charcutería, los quesos y los snacks de impulso.
El mayor incremento de ventas se produce en las secciones de bodega, panadería y frutería
La panadería, sobre todo recién hecha, es otra de las secciones clave. Según Asedas, las ventas se concentran entre las 9 y las 11 horas, lo que requiere de una operativa muy precisa. Por último, el consumo de fruta de temporada en las zonas costeras también se dispara hasta más del doble de lo habitual, con el factor calidad/precio como el más apreciado por los visitantes internacionales.
Además del producto nacional, los supermercados realizan un gran esfuerzo logístico para abastecerse de productos originarios de Gran Bretaña, Alemania, Rusia y Holanda, que es el origen de los turistas –especialmente los dos primeros- que más demandan productos de sus países. Este perfil coincide con el viajero que prefiere pasar sus vacaciones en campings y apartamentos. El surtido de muchas tiendas se modifica hasta en un 30% para responder a la demanda de estos consumidores, explican desde la Asociación.
"El turismo y el sector agroalimentario son dos de los grandes pilares de la economía en España. El supermercado de proximidad aúna ambos sectores y estamos orgullosos de realizar nuestra aportación económica al PIB del país con el servicio que damos a los turistas en las zonas de mayor afluencia", ha asegurado Ignacio García Magarzo, director general de Asedas.