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La Asociación Española del Dulce (Produlce), representante de fabricantes de cacao y chocolate; caramelos y chicles; galletas; pastelería, bollería y panificación, y turrones y mazapanes, ha presentado esta mañana su Informe Anual que analiza los resultados de esta industria durante 2020. Un año en el sector ha conseguido resistir el impacto de la pandemia, con un ligero crecimiento del 2%, acercándose a los 6.000 millones de facturación y manteniendo prácticamente sin variación el empleo (-0,4%).
Los cierres perimetrales, el teletrabajo y el cambio en el paradigma social-familiar, con un mayor consumo en el hogar, fueron factores decisivos para el sector del dulce durante 2020. Un contexto, en el que el sector arroja comportamientos muy diferentes para cada una de sus categorías. Así, por ejemplo, las restricciones de movilidad, para la industria de caramelos y chicles ha supuesto una caída de consumo en el mercado interior del 26,1%.
Las principales cifras de facturación presentadas han dado como resultado que en 2020 por sectores: Cacao y chocolate creció un 6,6% y generó 1.651,6 millones de euros; Caramelos y chicles perdió un 17,9% y supuso 861,2 millones de euros; Galletas crecía un 6,2% y sumó 1.390,2 millones de euros; Pastelería y bollería creció un 5,1%, hasta los 978,5 millones de euros; Panificación aumentó un 10,7% y llega a 801,2 millones de euros; y Turrones y mazapanes perdía un 0,4% y se queda en 290,8 millones de euros.
“La industria alimentaria ha sorteado mejor la incidencia de la caída de la actividad en 2020 si nos comparamos con otros sectores, aunque estos datos varían mucho analizando cada categoría de manera individual. Nuestro mercado goza de una estabilidad que le ha permitido no ver reducido apenas su tejido empresarial y hemos podido mantener el número de puestos de trabajo generado. Este dato es muy relevante desde el punto de vista social, ya que 8 de cada 10 empresas de esta industria están localizadas en pequeños núcleos urbanos o rurales, y el 46% de los empleos son ocupados por mujeres”, ha explicado Rubén Moreno, secretario general de Produlce.
El 34% del millón y medio de toneladas de producto elaboradas en nuestro país es consumido fuera de nuestras fronteras. En términos de valor, alcanza el 22,3% de la facturación total de la industria del dulce, doblando así el porcentaje que suponen las importaciones (10,1%).
La categoría de caramelos y chicles lidera el peso en exportaciones, y casi genera lo mismo dentro que fuera de España: 53% en mercado interno y 47% en otros países. Le siguen en el ranking por porcentaje de facturación generado en el exterior las categorías de galletas (27,6%) y cacao y chocolate (21,3%). El 15,6% de la facturación de turrones y mazapanes se genera en el extranjero. Europa es el principal destino de las exportaciones de la industria del dulce, siendo Francia (230 millones €) y Portugal (189 millones €) los principales destinos, seguidos de Estados Unidos que, por primera vez, se sitúa en el top 3, suponiendo ya casi 140 millones de euros a la industria española del dulce.
La ampliación de gamas sigue siendo la estrategia implementada de forma mayoritaria, acaparando el 37% de las innovaciones aplicadas. Además, el 27% de sus mejoras productivas se han dedicado al rediseño de productos para dar respuesta a nuevos hábitos de consumo y compromisos adquiridos en materia de sostenibilidad por el sector.
La reformulación ha estado de nuevo presente, situándose como la tercera iniciativa, aplicada especialmente en galletas, panificación y bollería. Las innovaciones radicales (lanzamiento de nuevos productos) suponen el 15% de las actuaciones realizadas en materia de innovación y cuenta con productos navideños y caramelos como sus principales exponentes, con pesos del 25% y del 20,7%, respectivamente.
“La competitividad, eficiencia y especialización de nuestra industria en cada gama de productos sumado a la innovación de productos y procesos para ampliar sus mercados, se han puesto a prueba en 2020 y creo que debemos estar satisfechos por el resultado. Nuestra mezcla de modernidad y tradición nos ha permitido resistir en el año más complicado de nuestras vidas, pero el futuro sigue siendo muy incierto. Nos enfrentamos a retos como cubrir las necesidades de un nuevo consumidor, nuestros compromisos con la sostenibilidad y continuar colaborando estrechamente con la Administración y otros agentes. Solo trabajando juntos podremos contribuir al crecimiento económico y la estabilidad del empleo del que dependen cientos de miles de familias de manera directa e indirecta”, según ha concluido Rubén Moreno durante la presentación de los datos de 2020.
La Asociación Española del Dulce está formada por 67 empresas pertenecientes a los cinco sectores que la definen: fabricantes de cacao y chocolate; caramelos y chicles; galletas; pastelería, bollería y panificación; y turrones y mazapanes.