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Quescrem anuncia su previsión de crecer hasta un 30% con respecto al ejercicio anterior. En este sentido, hay muchos factores que han contribuido al aumento de ventas, aunque quizás el importante haya sido la recuperación del sector hostelero y pastelero, principal canal de vente de los productos Quescrem. La empresa, que este año cumple 15 años de vida, cerró el 2020 con más de 70 empleados, más de 2700 TM de queso producidas y vendidas y una facturación de 11,7 millones de euros.
Sergio Martínez, director general de Quescrem, explica: “Hace 15 años descubrimos las enormes posibilidades que ofrecía la mazada como materia prima, por su interesante perfil nutricional y funcional, y la convertimos en el alma de nuestros quesos crema. La versatilidad y cremosidad que aporta a nuestros quesos ha sido clave para conquistar a profesionales de la hostelería y la pastelería dentro y fuera de nuestras fronteras”.
Más de la mitad de la producción de Quescrem (51%) se dirige al mercado exterior. Concretamente, cerca del 70% de su producción de mascarpone y más del 40% de su queso crema se exporta a 40 países de los 5 continentes. La gran vida útil de sus productos conseguida gracias a la investigación y la inversión en I+D+i permite que estos lleguen en condiciones óptimas a las cocinas y obradores de todo el mundo.
“Gracias al esfuerzo, tanto económico como personal, de nuestros técnicos e investigadores hemos encontrado la manera de aumentar significativamente la vida útil de nuestros productos sin utilizar conservantes artificiales. Por ejemplo, haber conseguido extender hasta los 12 meses el período de consumo recomendado en nuestro mascarpone ha sido fundamental para conquistar el mercado chino, donde el producto goza de una gran aceptación entre los reposteros profesionales. Todo con un producto clean label, que no contiene adictivos ni conservantes”, explica el director general de la firma.
Corea del Sur, Arabia Saudí, Francia, Portugal o la citada China son en la actualidad algunos de sus mercados clave para Quescrem.
Desde su creación Quescrem ha mantenido un sólido compromiso con la sostenibilidad y año tras año ha evolucionado hacia un tipo de industria menos contaminante. Por esta razón, las materias primas empleadas en la elaboración de sus productos provienen de explotaciones ganaderas que se encuentran a menos de 20 kilómetros de su fábrica.
Además de reducir todo lo posible la contaminación generada por el transporte de mercancías, la propia planta cuenta con una serie de mecanismos que aprovechan la práctica totalidad de los co-productos del proceso de fabricación. Recientemente han inaugurado una planta de biogás, anexa a su fábrica de mascarpone, que convierte en energía los elementos que hasta ahora se desperdiciaban de la producción. A día de hoy, el 25% de la energía consumida por la planta procede de esta fuente.
Así, todo lo generado por la planta que no se utiliza en la fabricación de sus productos, es reconvertido en energía eléctrica, quedando como único sobrante una concentración de microorganismos resultantes del proceso de fermentación del que se extrae el metano y en la que ya están trabajando para convertir en un fertilizante natural.