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Coca-Cola Iberian Partners y los representantes de los trabajadores de la compañía embotelladora de bebidas han comenzado el periodo de negociaciones para afrontar el impacto del ERE en las plantas de las que dispone en España, tras las medidas de reestructuración anunciadas a finales de 2013 por el grupo. El ERE afecta a 1.250 trabajadores -de ellos 750 despidos y 500 con recolocación interna- y supondrá el cierre de cuatro de sus once plantas en España.
El grupo, surgido de la fusión de siete embotelladores hace menos de un año y que cuenta con una plantilla de 4.200 trabajadores en España, ha presentado ante la autoridad laboral el ERE por causas organizativas y productivas, detallando su nueva organización corporativa orientada "a eliminar duplicidades e ineficiencias y unificar criterios en las actividades y procedimientos que se realizan en el grupo", según ha indicado.
En el ámbito productivo la empresa se estructurará con arreglo a un nuevo mapa circular con la intención de racionalizar así las plantas del Norte de España y de la zona de Levante y Baleares, y capturar sinergias en la zona centro. Este nuevo modelo industrial implicará el incremento de la producción y de la plantilla en siete de las once plantas de producción: A Coruña, Bilbao, Barcelona, Málaga, Sevilla, Santa Cruz de Tenerife y Valencia. Pero conlleva el cierre de las plantas de Fuenlabrada (Madrid), Alicante, Palma de Mallorca y Colloto (Asturias).
La nueva organización comercial, por su parte, estará centrada en un modelo de venta y distribución más eficiente, según Coca-Cola Iberian Partners, que destaca la importancia de la nueva estructura operativa para la mejora en la gestión de equipos de frío y nuevo modelo de reposición que permita maximizar la eficiencia comercial en el punto de venta. El servicio de atención al cliente, mientras tanto, se centrará en Madrid, Barcelona y Sevilla al objeto de potenciar su "rapidez, eficacia y funcionamiento integrado en todas las áreas de contacto directo con el cliente", según la compañía.
El período de consultas con los sindicatos tiene como plazo límite el próximo 21 de febrero. FITAG UGT ha indicado en un comunicado que exige un acuerdo con Coca-Cola que no implique despidos ni cierre de centros; y anuncia, en coordinación con el resto de fuerzas sindicales, iniciar un proceso de movilizaciones. De momento, se plantean llevar a cabo paros de dos días a la semana en todos los centros de trabajo durante el tiempo que dure la negociación, junto con diversas manifestaciones y concentraciones, que podrían culminarse con una convocatoria en Madrid.