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Lidl espera recibir, antes de que concluya este año, al menos tres licencias municipales para abrir establecimientos comerciales en Canarias, según ha declarado Javier Suárez, responsable de la compañía en el archipiélago. La cadena de distribución ha obtenido el pertinente permiso del Ayuntamiento de Arrecife (Lanzarote) para abrir su primer establecimiento en Canarias.
Por otra parte, ha solicitado cinco permisos en la isla de Tenerife (La Laguna, Puerto de la Cruz, Granadilla, San Miguel y Adeje), cuatro en Gran Canaria (Telde, Ingenio, Vecindario y Agüimes) y uno en Fuerteventura (Puerto del Rosario).
Tras la concesión de la primera licencia en Arrecife, Lidl por fin desembarca en Canarias, tras chocar con un cambio de legislación y la oposición de la principal patronal que representa al comercio minorista en Tenerife (Fedeco). Ello ha obligado a que Lidl cambie su modelo de negocio para ajustarse a los parámetros de los supermercados.
Según Suárez, “a pesar de todas las dificultades que hemos encontrado, nunca pensamos en retirarnos de Canarias ya que se trata de un mercado importante para Lidl”. Asimismo, la cadena tendrá que combatir los costes derivados del cambio de modelo comercial: “No vamos a tener los mismos precios que en la Península, pero estoy seguro de que aquí vamos ser los más baratos”, comenta Suárez.
Lidl mantiene sus planes de abrir entre 10 y 15 supermercados en el Archipiélago, en los que dará empleo a unas 600 personas, además de una plataforma logística desde la que distribuirá sus mercancías y para la que aún no ha decidido su ubicación (Tenerife o Gran Canaria). Si no hay contratiempos, la cadena espera abrir sus primeras tiendas en Canarias en el verano de 2008.