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Los procesos de trabajo industrial requieren de maquinaria especializada y una adaptación a las diferentes demandas de cada sector. La Carretilla retráctil es uno de esos elementos esenciales en fábricas y almacenes, que ofrece, además, una amplia variedad de posibilidades. La elección del tipo de máquina se ajusta a las necesidades diarias y a los objetivos marcados, por lo que responde a diferentes factores.
El uso que se pretende dar a la carretilla es un aspecto esencial en la búsqueda del modelo determinado. La altura juega aquí un papel clave, pues en función de los metros a los que se ubican los materiales tratados, se debe elegir un tipo concreto. Los modelos de gama alta garantizan una alta capacidad residual hasta los 13 metros de altura. Si las labores se encuadran en este escenario, resulta una buena elección el hecho de añadir complementos que aumenten el confort y la seguridad. Un ejemplo es la cabina inclinable, que algunas marcas tienen en exclusividad. Esta función aporta comodidad y evita lesiones cervicales del conductor.
Otro aspecto importante en lo referido al tipo de uso hace referencia a la intensidad de carga o las repeticiones que se realizan diariamente. Adquirir un modelo capacitado para soportar mucho peso o de una potencia alta puede ser la idea inicial, pero, en ocasiones, resulta más rentable y efectivo adquirir un tipo sencillo, que cumple las funciones requeridas con garantías y supone una inversión económica menor.
Una de las posibles funciones de una carretilla retráctil es su uso en cámaras frigoríficas, una condición muy especial que requiere de modelos adaptados para esta labor. Las temperaturas que se alcanzan en estos lugares pueden llegar a los treinta grados bajo cero, por lo que el uso de modelos convencionales está totalmente desaconsejado, ya que la máquina podría sufrir daños de difícil reparación. La innovación en el sector apunta a la mejora de las cabinas cerradas, que cuentan con un sistema de calefacción que garantiza las mejores condiciones a los operarios. Esta situación facilita los trabajos de carga y descarga, incluso en el interior de la zona refrigerada.
El espacio donde se utilizará la máquina es otro factor determinante en la búsqueda del modelo ideal y, en este aspecto, hay que valorar si el trabajo se realizará en el exterior o en zonas interiores. Si bien la mayoría de modelos se adaptan a ambos escenarios, hay determinados ajustes que potencian las funciones referidas al ambiente, como la protección contra la intemperie, que permite el trabajo en duras condiciones de frío. La resistencia de las ruedas o la distancia sobre el suelo son dos aspectos relevantes que influyen en la adaptabilidad de la maquinaria a la situación climática.
Respecto al espacio, otro factor influyente es el tamaño del ancho sobre el que se trabaja, ya que algunos almacenes disponen de anchos de pasillo muy reducidos. En estos casos, el uso de carretillas trilaterales podría ser la mejor solución.
En general, lo más importante, en la elección del modelo adecuado, es tener la capacidad para distinguir las diferentes necesidades y elegir así un modelo adaptado a ellas.