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La Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Congelados, Frozen España, la Alianza Global de la Cadena de Frío (GCCA), el grupo de trabajo “International Frozen Food Network (IFFN)” y la iniciativa "The Move to -15°C", en colaboración con el Instituto Americano de Alimentos Congelados (AFFI), anuncian la publicación del nuevo Protocolo de Monitoreo de la Temperatura en la Cadena de Frío para los Alimentos Congelados, un documento técnico que marca un avance clave para el sector de los alimentos congelados.
Este protocolo establece un estándar unificado para el seguimiento de temperaturas desde la producción hasta el punto de distribución final, fomentando una mayor eficiencia energética, sostenibilidad, control de calidad y la seguridad alimentaria.
El nuevo Protocolo de Monitoreo de la Temperatura en la Cadena de Frío para los Alimentos Congelados es un documento técnico que marca un avance clave para el sector de los alimentos congelados
La Asociación Frozen España, que agrupa a los principales fabricantes y distribuidores de alimentos congelados en el país, participa activamente en este proyecto como parte de su compromiso con la promoción y mejora de la competitividad, sostenibilidad y calidad de la alimentación. Este protocolo representa una herramienta fundamental para apoyar estos objetivos, facilitando la toma de decisiones basadas en datos, el cumplimiento de exigencias normativas y la adaptación a nuevos retos logísticos y medioambientales.
Las organizaciones que apliquen este protocolo podrán: Mejorar la eficiencia energética y reducir costes operativos; detectar desviaciones térmicas y optimizar el transporte y almacenamiento; fortalecer el cumplimiento normativo en seguridad alimentaria; y reforzar su compromiso con la sostenibilidad y la mejora continua
Entre los principales aportes del documento destacan: Métodos estandarizados para registrar y analizar la temperatura a lo largo de la cadena logística; identificación de puntos críticos y mejores prácticas para la colocación de sensores en pallets y vehículos; directrices para el análisis de datos, el monitoreo de variaciones térmicas y la evaluación de impactos en calidad, vida útil y consumo energético; fundamentos para futuras estrategias que contemplen un posible ajuste de temperatura estándar de -18°C a -15°C, con beneficios potenciales en sostenibilidad y costes; solicitud de etiquetados internacionales para el seguimiento de toda la cadena de frío, así como la información del origen y propiedades del producto a través de QR; y la mejora de la capacidad de carga de los vehículos frigoríficos.
Las organizaciones que apliquen este protocolo podrán: Mejorar la eficiencia energética y reducir costes operativos; detectar desviaciones térmicas y optimizar el transporte y almacenamiento; fortalecer el cumplimiento normativo en seguridad alimentaria; y reforzar su compromiso con la sostenibilidad y la mejora continua.