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El mercado europeo de gran consumo (FMCG) creció un 1,9% en valor en 2024, hasta alcanzar los 680.000 millones de euros, impulsado principalmente por la fuerte demanda de productos refrigerados, frescos y alimentación seca. Todo ello, a pesar de un contexto marcado por la incertidumbre macroeconómica y las presiones inflacionistas, según el último informe de Circana, Demand Signals.
El informe, que analiza los seis mayores mercados minoristas de Europa (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, España y Países Bajos) y realiza un seguimiento del rendimiento de más de 230 categorías de productos de gran consumo y un millón de referencias, indica cambios significativos en el gasto de los consumidores, con una marcada preferencia por los productos esenciales y de conveniencia.
Los segmentos de alimentos refrigerados y frescos mostraron un sólido desempeño en 2024, con un aumento del 2,2% en ventas en unidades, hasta alcanzar los 84.500 millones. Por su parte, la alimentación seca creció un 0,8%, con 89.100 millones de unidades vendidas, lo que se traduce en un incremento en valor absoluto de 7.500 millones de euros respecto al año anterior.
Ananda Roy: “El sector de gran consumo está demostrando una gran capacidad de resistencia frente a la persistente turbulencia económica"
Pese a algunos indicios de recuperación, el sector del gran consumo encara con cautela una nueva etapa de incertidumbre tras el prometedor avance de 2024. Casi un tercio de las categorías pasaron de caídas a crecimientos, y otro 28% mantuvo una evolución positiva. Sin embargo, el aumento de las presiones económicas podría frenar este impulso. Los compradores se muestran cada vez más selectivos: destinan más gasto a productos básicos, que crecen un 1,6%, y recortan en artículos no esenciales, que caen en la misma proporción, en un esfuerzo por gestionar mejor sus presupuestos.
Ananda Roy, vicepresidente sénior de Thought Leadership Europe en Circana, señala: “El sector de gran consumo está demostrando una gran capacidad de resistencia frente a la persistente turbulencia económica. Los consumidores europeos priorizan el valor y la conveniencia, lo que está obligando a marcas y distribuidores a adaptar rápidamente sus surtidos y estrategias promocionales”.
Los segmentos de alimentos refrigerados y frescos mostraron un sólido desempeño en 2024, con un aumento del 2,2% en ventas en unidades, hasta alcanzar los 84.500 millones. Por su parte, la alimentación seca creció un 0,8%, con 89.100 millones de unidades vendidas
Tras varios años marcados por el crecimiento imparable de las marcas de distribuidor, impulsadas por las presiones inflacionistas, la dinámica empieza a cambiar. Con una cuota cercana al 47% de las ventas en unidades de productos de gran consumo, alrededor de 143.000 millones de unidades, las MDD se enfrentan ahora a una competencia renovada por parte de las marcas de fabricante.
Estas últimas han comenzado a recuperar cuota mediante estrategias más agresivas en promoción, innovación de producto y formatos más pequeños, que las acercan a las nuevas demandas del consumidor. “Las marcas de fabricante están ofreciendo un valor diferenciado basado en la innovación, la sostenibilidad y una mejor experiencia de producto”, apunta Ananda Roy. “Las marcas de distribuidor deben ahora adaptarse si quieren mantener su ritmo de crecimiento”.
Más allá del precio, el comprador europeo prioriza hoy productos versátiles, sostenibles y alineados con su estilo de vida. El 68% afirma preferir productos que puedan usarse en distintas ocasiones o contextos. La disponibilidad física sigue siendo clave: más de la mitad de los consumidores volverán a buscar un producto si no lo encuentran, pero pocos alterarán su rutina habitual para hacerlo. Además, la experiencia con el producto resulta decisiva: el 64% de quienes no quedan satisfechos con una compra afirman que no repetirán.
España lidera el ranking con un incremento del +4,9% en 2024, alcanzando los 99.000 millones de euros, gracias a la fuerte demanda interna y al empuje de las categorías de alimentos frescos y refrigerados
En este entorno, la confianza, la calidad y la facilidad de acceso se han convertido en pilares fundamentales para fidelizar al consumidor.
El sur de Europa ha sido el motor del crecimiento en valor dentro del mercado de gran consumo. España lidera el ranking con un incremento del +4,9% en 2024, alcanzando los 99.000 millones de euros, gracias a la fuerte demanda interna y al empuje de las categorías de alimentos frescos y refrigerados. Italia le sigue con un +2,3%, impulsado por la alimentación seca y las bebidas. Reino Unido creció un +2%, beneficiado por la recuperación de hábitos vinculados a la conveniencia.
La tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de las ventas en unidades en 2024 muestra un descenso en Alemania (-0,5%), Francia y los Países Bajos (ambos -0,8%), lo que refleja la continua incertidumbre económica y la baja confianza de los consumidores.
Las marcas de distribuidor han evolucionado en posicionamiento y propuesta de valor, pero su crecimiento empieza a estabilizarse en algunos mercados clave. España y Alemania mantienen una fuerte penetración, aunque el impulso reciente ha perdido ritmo
Las nuevas prioridades del consumidor también se reflejan en el descenso de categorías como el alcohol y los productos de confitería. En 2024, las ventas en unidades de alcohol cayeron un -1,5%, mientras que las bebidas en general apenas crecieron un +0,1%, en un contexto donde las opciones saludables ganan terreno. También retroceden los alimentos para bebés (-2,2%) y la confitería (-1,0%), en parte por factores demográficos tras la pandemia.
El comportamiento del gran consumo no comestible presenta una recuperación lenta y fragmentada. El cuidado personal registró un +0,9% en ventas en unidades, favorecido por la alta demanda en las semanas previas a Navidad. El cuidado del hogar creció un +0,6%, con impulso en detergentes y productos complementarios para el lavado, gracias a nuevas referencias y una intensa actividad promocional.
Las marcas de distribuidor han evolucionado en posicionamiento y propuesta de valor, pero su crecimiento empieza a estabilizarse en algunos mercados clave. España y Alemania mantienen una fuerte penetración, aunque el impulso reciente ha perdido ritmo. Francia muestra un crecimiento moderado, mientras que Reino Unido e Italia presentan una estabilización de cuota, en un contexto de mayor presión competitiva por parte de las marcas de fabricante.